sábado, 26 de julio de 2008

Calor glacial

26 de julio.

1.30 del mediodía.

Día perfecto: Sol, pocas nubes (y las que hay arrojan una agradecida sombra) y… un caloruzo que te cagas (notaba cierto olor a asado, tras mirar alrededor y cerciorarme que lo único que tenía a mi alrededor eran naranjos, me di cuenta que el olor procedía de muá).

Pese a estar asándome viva por ir en bici a horas poco recomendables, pese a estar cansada y sudando, mi piel no parece inmutarse: siempre fiel a la Antártida a saber porqué, estaba fría al tacto.


Nunca he entendido el motivo: supuestamente tengo la sangre caliente; pero igual el destino se burla de mí y quiere mostrarme que mi propósito en la vida es salvar a inocentes en nombre de Icewoman.

No es que haya salvado al mundo de malhechores, pero algunos ya han sacado partido de esta… digamos, característica mía. ¿A quién creéis que recurren cuando el calor nos azota y necesitan refrigerio? Ya va una servidora en su auxilio, colocando las manos en sendas mejillas. Resultado obtenido: Aaaaaay, qué gustito… (Misión cumplida).

Y aunque esté cansada, aunque mis mejillas sirvan estén tan encendidas que no necesite chaleco reflectante, pese a sentir que mis piernas arden por dentro; seco el escaso sudor que resbala lentamente, me toco y sigo igual: fría al tacto (a ver, no gélida, pero sí más fría de lo que debería).


El sudor es el mecanismo que tiene el cuerpo para combatir un aumento en la temperatura del cuerpo. Si lo pienso, no sudo mucho porque la temperatura no está muy alta, es pura lógica. No está mal no sudar mucho, pero he llegado a sentirme mal por que estas diminutas gotas saladas no quisieran manar cuando debían hacerlo: ¿Es que no estoy haciendo bastante ejercicio? ¿No me esfuerzo lo suficiente? Si estoy cansada, hostias!! Tol mundo chorreando y yo con una gotilla recorriendo mi frente…



Si en verano no estoy muy caliente al tacto, en invierno ya... mis dedos no son de carne y hueso, son estalactitas de hielo amoratado. Mis dedos adquieren una apariencia de morcillas finas un tanto sospechosas; mis extremidades en general, un morado pálido o rojo encendido.

¡Así que no temáis, habitantes del mundo! Para cuando lleguemos a los 50 grados a la sombra, yo ya habré desarrollado mis poderes latentes y os refrescaré el culo con un rayo helado.

*

*

*

Nota: No temáis por vuestro sano juicio si creéis ver a Rudolph en invierno: soy yo.

6 comentarios:

Cris dijo...

Sí, efectivamente.

Yo también creo que tengo un problema de circulación.

xaxiturriplástica dijo...

Yo creo ke el sudorcillo escaso junto con al brisa de la bici ace ke se refresque.

gadiaRR ciudá de vacaSiones dígameRR???

Marina dijo...

tía... el padrino?

q vamos, de mafias o q?


jjajajaa




viernes.............................
....
...
.
.
.
.
.
.





















gandia :)

xaxiturriplástica dijo...

2º vez ke pregunto...

Como se pone música en el blog???????

Hay que contactar con Laia para contarle el viaje.

Paula dijo...

Dos cosillas Cris:

¿Qué apuntes de materiales dices que tienes (en el blog de Isa)? Que cualquier ayuda es poca...

¿Tú sabes lo divertido que es estar fría? Aconojar a los anestesistas, por ejemplo: controlan por el color de las uñas que estés bien... y a mi se me ponen azules!

No me hagas mucho caso, estudiar en verano afecta a cualquier cerebro normal (mis neuronas están fritas)

Laia dijo...

¡ESTOY VIVA!

En medio de la nada y con un modem de velocidad prehistórica, pero viva.

He conseguido conectarme tras 2000 intentos... intentare pasarme por todos los blogs (espero que dure esto... si no, !os saludo a todas desde aquí niñas guapísimas!)



¿Viajecito a Gandía? ¡Guaaaaaaaaaaaaaaaau!



Intentaré conectarme próximamente para hablar con vosotras, ya que ahora no estais.




¡¡¡BSS!!!




jzkrctr